Es fácil hacer una crítica si la banda que te toca de frente es una de las mejores formaciones que ha dado el rock en nuestro país y sí, estamos hablando de Los Suaves, los eternos, genuinos los que no se arrugan ante nuevas modas y nuevas propuestas, ellos van a lo suyo, haciendo rock del bueno, del que llevan haciendo más de treinta años. Esta vez le tocaba a la Sala el Tren recibir a la banda ourensana que presentaban en Granada su “Gira de los 1000 conciertos”.
Formada por José Manuel Domínguez “Yosi”, voz; Carlos Domínguez “Charly”, bajo; Alberto Cereijo, guitarra; Fernando Calvo, guitarra; y Tino Mojón, batería, la banda gallega ofreció, ante un público entregado, todo su arsenal durante dos horas de concierto. Tirando de un repertorio más que trabajado en sus incontables conciertos, comenzaron con “Preparados para en Rock and Roll” y, vaya si estaban preparados, continuando con “Cuando los sueños se van” (canción de su último trabajo en estudio “Adios, adios”), “Palabras para Julia” (fantástica versión de la canción de Paco Ibáñez basada en un poema de José Agustín Goytisolo) y “Maldita sea mi suerte” (tema perteneciente al disco homónimo en el que debutó Alberto Cereijo allá por 1991 y que supuso un salto cualitativo en el sonido Suaves).
Los temas iban pasando y el enfervorizado público, espoleado por un carismático Yosi, cada vez se hacía más partícipe del espectáculo que estaban presenciando. Ese sonido compacto al que nos tienen acostumbrados y tan bien trabajado desde la producción artística por la mano magistral de Alberto Cereijo, se dejó notar en otros temas destacables como “¿Sabes?, Phil Lynott murió”, “Malas noticias”, “No puedo dejar el Rock” y el celebérrimo “Dolores se llamaba Lola”, himno Suave por excelencia y que hizo las delicias del respetable.En definitiva, una gran noche de Rock la que nos ofrecieron estos músicos incombustibles que siempre tendrán un hueco en la historia del rock patrio. Por esto y mucho más: Sempre Suaves. Henry Brown.
